Cataluña se prepara para la primera ola de calor del verano, con aire de origen africano. Se esperan temperaturas extremas que puedan llegar a superar los 40 grados en algunos puntos de Cataluña.
Ante esta situación, la Generalitat ha activado la alerta del plan de protección civil Procicat y ha pedido que se extreme la precaución en las actividades al aire libre en las horas centrales del día y se adopten medidas para proteger bebés y personas mayores de los efectos del calor.
Ante estos peligros hay una serie de recomendaciones que debemos adoptar y que tenemos que hacer que adopten las personas mayores y los niños.
Diez consejos para protegernos de la ola de calor
- Es muy importante mantenerte bien hidratado. Bebe agua con frecuencia, independientemente de que tengas sed o estés realizando alguna actividad física.
- No abuses de las bebidas con cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, ya que pueden hacer perder más líquido corporal.
- Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, presta especial atención a bebés y niños pequeños, ancianos y personas con enfermedades que puedan agravarse con el calor y la deshidratación, como las patologías cardíacas.
- Intenta pasar la mayor parte del tiempo en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescado cada vez que lo necesites.
- Procura reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas de 12.00 a 17.00.
- Usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
- No dejes a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado especialmente a niños, ancianos o enfermos.
- Consulta a tu médico ante síntomas que puedan estar relacionados con las altas temperaturas.
- Si tomas medicamentos, procura mantenerlos en un lugar fresco; el calor puede alterar su composición y sus efectos.
- Aliméntate correctamente, haz comidas ligeras que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor, ensaladas, frutas, verduras, zumos, etc.
Atención a los golpes de calor por las altas temperaturas.
Los síntomas de este trastorno van desde notar la piel rojiza, caliente, seca a sufrir alteraciones como pulso rápido, dolor de cabeza, confusión, debilidad, insomnio, calambres musculares, vómitos, convulsiones o pérdida de conocimiento.
Ante un golpe de calor, lo primero que se recomienda es pedir ayuda y permanecer en un lugar fresco. Es aconsejable tratar de enfriar el cuerpo mediante paños de agua fría o una ducha.